martes, 7 de abril de 2009

Se oye una canción...

Hace un par de semanas sentí que, por unas horas, volvía a tener 5 o 6 años. La verdad es que siempre he creído que aun conservo algo de aquella época, de aquellos años. Quizás una pizca de ingenuidad, mezclada con travesuras, inocencia y magia.

Hace unas pocas actualizaciones comentaba lo imposible de ir a ver al Barcelona Teatre Musical el música de la Bella y la Bestia. Hace unas semanas lo imposible se volvió real y me vi sentada en el amfiteatro central de un teatro excepcional cantando las canciones que me hicieron soñar de pequeña.

La diferencia está en que ahora ya no soy pequeña. Conservo algunas cosas sí, pero puedo sentarme delante de un escenario y maravillarme por algo más que por unas canciones que ya conocía a la perfección. Del espectáculo me quedo, por encima de todo, con el decorado, la iluminación y el vestuario. Sin duda fueron los dos elementos que dotaron al musical de fuerza, de caracterización, de veracidad y sintonía con el guión original de la película de Disney. Porque para ser sincera, me pillé alguna que otra rabieta por los cambios de guión del musical, por la inclusión de canciones de la segunda película y por la modificación de las que ya existían. Aun así, haciendo una valoración global, el musical merece mucho la pena.
Es una manera más de pasar el tiempo libre, un poco cara sí, pero para eso esta niña pequeña cuenta con su "bestia" particular, que más bien es un príncipe y hace realidad sus deseos...


Soy pequeña, muy pequeña...pero con 20 años!

No hay comentarios:

Publicar un comentario